Soplo Mágicos Disparates

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Perfume para Entes o Veneno pa' la Gente

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I Am Pedro Pietri's Character

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Monday, July 26, 2010

Canto de Querubines

Canto de Querubines

A: Simply Rob
“ La vida es
la mismidad
y la mismidad es
un continuo cambio
a la eternidad”
Carboinael Rixema

Como un simple cliqueo
de un botón,
se desatan
lumbres, fósforos y cerillos.

Habría que prender
los andamios y las paredes
de ceremonias
que encasillen abejas
dentro de colmenas,
y límenes
de sus decibeles.

Era una grata
amnistía
que liberaba
a los de atrás,
y no fungía como
el último gemido
para que la zozobra riera
de sus maquinados heliotropos.

Parecía la palpitación
de hexámetros
que gritos y quimeras
colapsaban
del silencio pasmado
que enmarca su sonido.

No se relajaban
heraldos, ni cascabeles
regaban de proverbios.

No se llenaban ceniceros
de faroles,
incitando a la penumbra cuajada
como el níspero
que en su batir de piedra,
abre y cierra
el maná que fluye
de sus aleaciones.

Sólo se inauguraba
una cincelada de pájaros
que picoteaban de rapsodas
el interno trompo
de su inventada reminiscencia.

Sólo palmas
quedaban impregnadas
y los capullos alucinaban
rocíos como vuelta
no sincerada
de vertidas soledades
y de añorados saludos.

Sólo quedaba
la cháchara muda
que de manantiales
imaginaba diademas,
y como brisa
recobraba del misterio
curvas y escalones.

Sólo habría que rodar
por acantilados
donde la luna
no sintiera el púlpito,
y la mímica
enlutara
del sacrificio
el recriminado mandala.

Eran muchos los ejemplos:
ruinas,
pausas
y redundantes primaveras.

Eran varios los emisarios
con sus únicas inmediateces
abiertas a la deriva.

Eran cientos los de aquí
que en solicitud
asombraban
cada vez
el inhalado sollozo.

Eran tales
los que exaltaban
arroyuelos
que sirenas nunca silbaron
dentro de la insensatez
jubilada de su pesadilla.

Eran tantos
los que cumplen
sus amaneceres
en la verticalidad del llanto
que clavan articulaciones
y recomponen
de su precipicio elevado.

Eran algunos
como el hierro
que hablan de osadías
y vociferan
de su póstumo malestar
la abotonada sílaba
que se digna
de sus comenzares.

Era
sólo Èl,
el Querubín
quien con su canto
cumple trasfondos
desde el éter,
y recibe de albricias
sus labradas Bendiciones.

29 DE JUNIO DE 2010.