Soplo Mágicos Disparates

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Perfume para Entes o Veneno pa' la Gente

Perfume para Entes o Veneno pa' la Gente

Perfume para Entes o Veneno pa' la Gente

Perfume para Entes o Veneno pa' la Gente

Perfume para Entes o Veneno pa la Gente

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Perfume para Entes o Veneno pa' la Gente

Perfume para Entes o Veneno pa' la Gente

Perfume para Entes o Veneno pa' la Gente

Perfume para Entes  o Veneno pa' la Gente

I Am Pedro Pietri's Character

I Am Pedro Pietri's Character

Wednesday, July 25, 2012

Goleta en Nueva York


GOLETA EN NUEVA YORK
A: Fico García Lorca, mi Pana.

Vengo
de aquelarres,
donde los arrecifes
y macarras
baten aguaceros
desde sus tortillas,

 y por donde el canto
 con bisagra
 cunde
 ánimos
en alfarerías.

 Aproximo
 a naipes
sin sus antesalas

 que con taconeos
de centellas
 curvan
ronroneos,

 donde la arena
del misterio
 contonea sus sainetes.

 Cuadro
por allende
los mares

un solo
silencio de kif
que polvoriza
la alhambra,

atolondra
sequías
desde rascacielos,

 asoma
desde mi goleta
 interludios,

a pocos pasos
de entre
ínsula/península,

y revuelca
de Eros
fronteras

a un Tánatos
que sus pamplinas.
comienza.

Thursday, July 12, 2012

Homenaje a Teresa Valdivieso



Homenaje a Teresa Valdivieso
“Desde la bibliografía de un teatro silenciado hasta el teatro niuyorriqueño: la maestría y teatrología de Teresa Valdivieso”

Carlos Manuel Rivera

Roman-cero, fe de ricos
a: Teresa Valdivieso,
mi nueva Maestra.
Ella me lleva a los misterios de la hispanidad.
¡Viva nuestra lengua españolidad!

¡Allá vienen los gitanos,
allá vienen!
¡ Allá vienen, allá vienen!

Buscan de su nido las almejas
logran de silencios
su verdad.

¡Allá vienen los gitanos,
allá vienen!

Traen de su manto
sus palabras
corren en sus manos
el amor.

¡Allá vienen los gitanos,
allá vienen!

Triunfan de solsticios
alegrías.
Riegan de su polen
igualdad.

¡Allá vienen los gitanos,
allá vienen!

Paren de su nido,
la noticia.
Silban de sus moros
el clamor.


¡Allá vienen los gitanos,
allá vienen!

Riegan de sus cales
el indicio
marcan de sus males
libertad.

¡Allá vienen los gitanos,
allá vienen!

Bailan del flamenco
sus manjares
ruegan de loores
su cantar.

¡Allá vienen los gitanos,
allá vienen!

Círculo de claves
sus atuendos.
Surcan de su parte
fe de ricos,
alimentan lunas;
sensibilidad.

publicado en Soplo mágicos disparates, 2003.


            “¡Allá vienen los gitanos, allá vienen!” Con en este poema, inspirado en García Lorca y dedicado a ella se inició el camino, las aproximaciones, La bibliografía de un teatro silenciado; pausa... intuición. Teresa Valdivieso, un Personaje Principal en mis papeles inconclusos y fragmentados en el quehacer de la vida, la belleza, sus detenimientos, asunciones y proezas.
            Entronar una crónica de años, vivencias, quehaceres, fracasos, empeños y triunfos es una pequeñez que no se resume en someras hojas y palabras. Teresa Valdivieso tomó mi mano y me hizo descubrir que el mundo era mío y sería mío. Acercarme a ella y seguir el camino, las huellas en la que se iluminaban con descubrimientos, hipótesis, teorías, análisis; pero nunca conclusiones, era la maestría que te inculcaba el saber. Desde que llegué a Arizona, siempre supe que ésa era la guía. Me encanté con ella y ella me cobijo y me impartió su cátedra, su experiencia, su investigación, su sapiencia y su protección.
            Siempre intuí que ésta era la última etapa de los grados académicos y seguir las huellas, como Guajayona, el indio taíno, cuyas sus madres de la Isla de Martininó cambiaron su esencia. Asimismo, sin recriminaciones, cuando quieres obtener una meta, se entrega a esa sapiencia que tú reconoces de antemano y que te va a llevar a tus resultados. Claro, había que emprender un plan con estructuras, bosquejos que ella corregía y te corregía hasta el cansancio tuyo, pero no el de ella. Ella no tenía límites, una maestría de conocimientos, experiencias, intuiciones, prácticas, metas y búsquedas de conclusiones infinitas.
            De esta forma se emprendió la jornada. Tomé con ella un curso de metodología para la investigación académica y ahí comenzó el trayecto. Aprendía, escribía y ella calificaba y editaba. Era un proceso con unos pasos, aventuras y decepciones. Yo había aprendido a investigar y escribir, pero no sabía que tenía dentro de esos pasos que corregir y adelantar, lanzándome a la aventura. La 'Valdi' me apoyaba siempre. Decía que yo tenía muchos talentos que habían que ordenar.
            El curso de bibliografía fue el primer escalón para realizar aquella disertación sobre la intertextualidad de las obras del teatro español de los clásicos, Valle-Inclán y el esperpento, La Barraca y los dramas de García Lorca, como también del Teatro Pánico de Arrabal de los sesenta y El Teatro Furioso de Francisco Nieva. Por supuesto que tampoco faltaba El Nuevo Teatro Latinoamericano hasta su conexión con el drama puertorriqueño popular de Pedro Santaliz y sus viajes de Nueva York a Puerto Rico. Por esta razón, se escribió “ El esperpento puertorriqueño: El Nuevo Pobre de América de Pedro Santaliz”, título de mi tesis doctoral que luego se publicó como libro por la Editorial Gestos, 2005. Ahora todo ese conocimiento y metodología desembocan en el teatro niuyorriqueño que investigo con la figura de Víctor Fragoso.
            De esta manera y, como acto de magia y seguimiento, con ella entré en el teatro español de todas las épocas. La 'Valdi' sabía mucho, era cultísima, especial; tenía siempre como Bernarda Alba, el bastón, pero no el de la represión, sino el de toda libertad que puede tener un intelectual y artista que conoce y trabaja su disciplina. Ella se entronaba, aparecía y representaba los grandes caracteres del teatro español y sus vestigios: Trotaconventos, Celestina, Doña Inés, La Marica del Reino, La Bernarda y otros que seguían en mis imágenes. 
            Me llevó por todos los caminos del teatro español desde los clásicos del Siglo de Oro, el teatro dieciochesco, el romántico, el realista hasta el del mundo contemporáneo. Me enseñó al teatro “undeground” su tesis doctoral y así conocí a: Miralles, Ruibal, Nieva, Muñiz, Martínez Medeiros, Riaza y Martín Recuerda, por mencionar algunos. En ese momento la profesora no quería saber de ellos y apasionadamente me descubrió a Sanchis Sinesterra, una figura bastante nueva y atrayente para ambos. Había que buscar aquellos nuevos dramaturgos, los cuales no se habían investigado sus aportaciones al mundo hispánico, ya fueran españoles, hispano-americanos, hispano-caribeños o hispano-estadounidenses.
            De ahí al escenario! Montamos dos piezas en dos momentos diferentes e hicimos teatro juntos. Una fue del teatro salvadoreño para La Primera Conferencia Internacional de Literatura y Cultura Centroamericana, y la otra para El Congreso de Parodia, Ironía, Risa y El Humor Grotesco en las Literaturas: Latinoamericana, Peninsular, Luzo-Brasileña y Chicana con la obra del Teatro Fronterizo de Sanchis Sinisterra, autor de ¡Ay Carmela! Ella confió en mí y yo en ella. Actuamos en teatro y representamos. Ella elaboraba los libretos y se presentaba como directora de teatro. Esos montajes se realizaron con técnicas que van desde la narración, la declamación, el absurdo hasta el travestismo. Era excelente en todo. Teresa Valdivieso era una magnífica directora de teatro y gran actriz. Siempre le dije que me recordaba a mis heroínas del teatro y la literatura en Puerto Rico: Alejandrina Céspedes, Piri Fernández de Lewis, Gloria Arjona, Angelina Morfi, Aurora de Albornoz, Gilda Navarra y Victoria Espinosa.
            La 'Valdi' era el último escalón de toda la teatralidad de vida y enseñanza. Hicimos un homenaje a la poeta Claudia Lars de El Salvador como corte de cinta. Ensayamos, analizamos  e hicimos todo el montaje bajo su dirección y actuación. Pasamos por todos los procesos que van desde la investigación teatral, la imaginación hasta el montaje de una pieza de teatro. Me acuerdo de su motivación, su élam poético y su maestría en el teatro. Yo, para ella, era uno de los estudiantes con los cuales "se hace camino al andar" y, juntos en la investigación teatral y el montaje, se realiza una representación minimalista. Teresa Valdivieso conocía el teatro, lo amaba y era una de sus máximas pasiones, aunque en silencio lo callara y ocultase. Ella era excelente actriz y ddlicada artista; pero la vida, la misoginia y el discurso patriarcal eran retos que no se dejaban en la mesa, se batallaba contra ellos, se transgredían y se subvertían hasta culminar en desconstrucciones.
            También "hice camino al andar" por otros teatros y teatristas del mundo internacional, en especial aquéllos que me aportaban ciertas innovaciones y continuidades con el pasado en los teatros que ahora investigaba, entre ellos: La Patafísica de Alfredo Jarry, el teatro de las primeras vanguardias—el surrealismo, el dadaísmo, el futurismo y el cubismo– el teatro de la crueldad de Antonin Artaud, el teatro del absurdo de  Samuel Beckett, el teatro existencialista de Sartre y Camus, el teatro épico de Bertold Brecht, el teatro de Jean Genet hasta desembocar en el teatro feminista español y latinoamericano, el teatro posmoderno, los happenings del Living Theatre de Julian Beck y Judith Malina, el performance de La Furis dus Baus y el posteatro del presente. Este trayecto me abriría el enfoque que necesitaba para desarrollar y culminar la disertación.
            Por otro lado, con ella me adentré en el teatro latinoamericano con obras que van desde el teatro colonial, los clásicos, El Nuevo Teatro Latinoamericano sesentista-setentista, con autores como: Osvaldo Dragún, Enrique Buenaventura, Emilio Carballido, José Triana, Sergio Vodanovic, Egon Wolff, el grotesco criollo argentino, el teatro de Roberto Arlt, El Teatro Abierto Argentino, por mencionar algunos. Tampoco dejamos a un lado el teatro Malayerba de Arístides Vargas que en sus últimos años 'La Valdi' investigaba junto a otros dramaturgos ecuatorianos, como también, el teatro guatemalteco.
            Por supuesto, toda esa historia, escuelas, movimientos, técnicas, metodologías que conectarán con el teatro puertorriqueño y que me dirigían a penetrar en dramaturgos como: Emilio Belaval, Manuel Méndez Ballester, Francisco Arriví, Gerald Paul Marín, René Marqués, Luis Rafael Sánchez y, no menos importante, Pedro Santaliz, mi héroe y su Teatro Pobre de América. Esto no constituyó un desenlace, sino se transformó sólo en un punto culminante que me abrió aún más el horizonte para continuar investigando y estudiando a otros teatristas que desde los márgenes han apuntado ser parte intrínseca en la historia del teatro puertorriqueño. Todos ellos fueron en alguna época de mi vida profesores, directores, colegas actores y proyectos de dirección, como: Abniel Marat, Antonio Pantojas, Oscar Giner, Myrna Casas, Lydia Milagros González con El Tajo del Alacrán y Zora Moreno.
            Según han pasado los años esta maestría de investigación, dirección, actuación y representación teatral me fue trayendo al teatro niuyorriqueño que no sólo se escribe en español, sino también en el inglés o en la diglosia del Spanglish. Esto autores compartirán con el teatro de Víctor Fragoso y de otros como, Pedro Pietri, Miguel Piñero, Miguel Algarín, Tato Laviera, quienes han continuado con la cultura e identidad puertorriqueña desde la diáspora, desde la transterritorialidad, desde la posidentidad y desde un metalenguaje que contribuye a la realización de una obra teatral puertorriqueña en la Ciudad de Nueva York.
            Por último, no para concluir, sino pausar, hacer un interludio porque faltarían millones de palabras, crónicas, ponencias, artículos, libros, cursos que revelarían ese caudal de conocimiento y cultura que poseyó Teresa Valdivieso. Así pues,  en este "aparte"  debo confesar que en los  últimos doce años, he cambiado hasta el nombre, ya no el Carlos Manuel, Carlitos, sino en estos momentos, Carboinael Rixema, quien fuertemente se ha ido dedicando a representar ASI MI NATION (2010)–una escritura creativa, ya sean en poesía, performances, monólogos, obras de teatro, clases–todos con la consigna de poner en práctica el espíritu de La 'Valdi', de su tesoro de conocimientos, su legado de sabiduría y amor.
            Mi vida artística, intelectual, académica y personal siempre le estará agradecida a ella y, como aquel último día que la vi aquí en Madrid en el 2004, cuando nos despedimos con abrazos y besos de nuestro viaje por Murcia y por Lorca, le vuelvo a susurrar: “hasta luego, nos mantendremos en contacto”. Esto no era un "adiós", sino un "hasta siempre".
Doctora Valdiviesi, La 'Valdi', Teresita: eres y serás un máximo ejemplo de la catedrática sabia y humana, de la pedagogía abnegada, de la amiga sincera. Te creo inmortal porque para mí has sido, eres y serás el gran pilar del Depto. de Lenguas y Literaturas de la Universidad Estatal de Arizona y porque mi vida será la prolongación de tus aportaciones al mundo académico y cultural de España, Estados Unidos, Latinoamérica, El Caribe Hispano, el mundo internacional y Puerto Rico–¡Mi Patria!